La protección de los monarcas se materializó en importantes donaciones y
privilegios, y en particular en la transferencia de sus derechos de
dominio sobre villas y fortalezas, que vinieron a suponer la más sólida
plataforma para consolidar la pujanza de los monjes
Junto a estas donaciones, condicionadas por el requerimiento de los
donados de sustento y amparo corporal vitalicio, hallamos otras muchas en las
que se solicitan sufragios, oraciones y beneficios espirituales.
Abundan también los ejemplos de mandas testamentarias con reserva de
usufructo; los frailes no entraban en propiedad del bien legado hasta la muerte
del donante
El derecho de enterramiento en las Iglesias de las Ordenes constituía
otra fuente de ingresos, motivo por otra parte de discusiones con las
autoridades diocesanas, así como la percepción de diezmos en las iglesias
sometidas a su jurisdicción.
Al sistema ordinario de censos o «treudos», percibidos, sistema sobre el
que gravitaría principalmente la economía de las Órdenes, se sumaban las
aportaciones que emanaban de los derechos fiscales o de aplicación de «caloñas»
(multas) a los vecinos . La percepción de tributos, en especie o en dinero, los
productos obtenidos de la explotación directa de sus propiedades y la
comercialización de los excedentes agrícolas venían a sumarse al resto de sus
bienes mobiliarios.
Bibliografia:
Las Órdenes Militares en la Edad Media
La Orden San Juan en las Cinco Villas
Elena Piedrafita Pérez
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