Una moceta se le
consideraba moza una vez había sido enramada, esto es, había sido pretendida
por algún o algunos jóvenes del pueblo. Podía ser sobre los 15 años: “ ya se ponían
medias”
La enramada es
el acto por el que los mozos adornan con ramas y otros obsequios la fachada, la
ventana o alguna parte de la casa de la moza pretendida. Según las flores u
objetos depositados indicaban, si eran del gusto del novio, si eran ariscas, si
eran feas, aunque si pretendían conquistarla la flor u objeto debería ser del
agrado de la pretendida. Además, que era costumbre pasar después por casa de
las mozas para hacer meriendas.
Era una forma de
acercase los mozos y las mozas dada la separación que había en las escuelas, en
la Iglesia, en los juegos.
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