El último día de abril o en la primera semana de mayo era y aún es costumbre en
muchos pueblos de España y de Europa
colocar en alguna plaza, o en la explanada de la Iglesia un gran
árbol que recibe el nombre de Mayo.
En nuestros pueblos los quintos eran los encargados cada año de cortar o
comprar el mejor ejemplar. Los jóvenes acudían a la tala y su posterior desbroce
para luego acarrear el mayo hasta el lugar donde sería colocado.
Conseguir la verticalidad del mayo era (y es) tarea
compleja. Se servían de múltiples herramientas: maromas, horquillas, cuñas ,
escaleras, carros, galeras etc. En
algunas zonas, una vez descortezado el árbol, se untaba de jabón o manteca para
que quienes pretendieran encaramarse hasta la picota lo tuvieran difícil donde
previamente se había colocado un premio.
En Castiliscar se ponía en la media noche del primer sábado
de mayo; los encargados de realizar todas las operaciones hasta su
colocación eran los quintos de ese año
que recibían ayuda de otras personas. Su sitio fue durante muchos años el
espacio que hay entre las casas donde está la CAI y las casas de la Jacoba y Nicolás del Zagal. Estaba hasta el último día de mes.
LUGAR DONDE SE PLANTABA EL MAYO |
Todos los pueblos, a lo largo de su historia, han sentido
admiración por el renacer del ciclo del
mundo vegetal, por el final del invierno y el comienzo del buen tiempo, cuando
la mayor parte de las plantas fructifican. Dentro de esta mentalidad, mayo es
concebido como el mes del esplendor de la vegetación, el mes de las fiestas y
el mes amoroso por excelencia:
Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor, cuando los trigos encañan y están los campos en flor. |
Cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor cuando los enamorados salen en busca de amor. |
La tradición de
“pingar el mayo” " plantar el mayo"forma parte de una serie de ritos encaminados a celebrar el
fin del invierno, a festejar la recolección de los primeros frutos, a que brotase el verdor en los campos, las
flores apareciesen, a proteger los cereales
para conseguir una cosecha abundante.
Los
orígenes se sitúan ,
no obstante los antecedentes más antiguos de los cultos agrarios en
la prehistoria, en el momento en que el hombre inicia el labrado de la tierra,
sembrando los primeros cereales y la domesticación de animales, es decir, en el
Neolítico; aunque también los hay que atribuyen a algunas concretas prácticas
origen celta, otros al mundo clásico
greco-romano, habida cuenta de las numerosas celebraciones de su calendario que
en las fechas de este mes dedicaban a
dioses como Ceres, Iupiter , Flora o Maia, todas ellas vinculadas
a los vegetales.
A través de los siglos sufrieron estos ritos cambios diversos
adaptándose a la idiosincrasia de cada comunidad, especialmente por la decisiva
influencia que sobre ellos ejerció el cristianismo.
La
Iglesia supo oportunamente bautizar antiquísimos ritos incorporándolos
convenientemente al santoral y a la liturgia, adaptando y asimilando toda la
rica tradición ancestral que el mes de mayo traía consigo.
Por todo lo tratado es fácil comprobar como la costumbre de
los "mayos" en sus múltiples variaciones constatan la frescura de un
ritual colectivo y de participación activa que comporta el reencuentro del
hombre con la naturaleza.
MAYO DE CASTILISCAR 2007 |
En Castiliscar se perdió esta tradición de " plantar el Mayo" y hace una década hubo un intento de recuperación, dentro de un programa de "Recuperación de Oficios y Tradiciones" que fue una iniciativa de Adefo Cinco Villas.
El Vídeo que que sigue a continuación es una resumen del que en el año 2007 hizo "Adefo Cinco Villas" con motivo del acto de la Puesta del Mayo.
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